Nuestra investigación reciente sobre la industria de la construcción muestra que lo ha tenido tan difícil como cualquier otro sector en 2020: los proyectos se retrasaron o cancelaron, las cadenas de suministro no eran fiables, el distanciamiento social demostró ser un desafío logístico y práctico continuo y la falta de reservas financieras de muchas de las empresas de construcción operan trajo una sensación mayor de inestabilidad a un mundo ya inestable. Pero esa misma investigación muestra tendencias claras para 2021 sobre cómo el sector de la construcción planea recuperarse y prepararse para el futuro. Y algunos ya han comenzado esa tarea.

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